Uno de los productos más conocidos de Granada son las jarapas de La Alpujarra, por su tradición que arranca hace siglos y están tejidas en telares manuales.

Tras la expulsión de los Moriscos de La Alpujarra, muchos telares que existían para tejer seda se adaptaron a un uso doméstico, utilizando para ello ropa usada o “harapos”.

Antiguamente se colocaban entre el colchón y el somier para que no se rompiera el primero, a la vez que aislaban del frío del suelo; pero también se utilizaban para tapar el pan, para ponerlas sobre los mulos y caballos, encima de los arcones, etc…

jarapas de alpujarra

¿Por qué nos gustan tanto? Por el reciclaje de trapos que ya no tienen ninguna utilidad y que encuentran su último uso transformándose en jarapas que sirven para cubrir las necesidades del hogar. Actualmente el proceso de elaboración y material que se aprovecha son los restos de fábricas textiles.

En Ruta del Azafrán hemos usado jarapas como piezas decorativas en el local y para ello hemos contactado con HILACAR, el único taller de jarapas que hay en la Alpujarra y que se instaló en el año 1989 con la ilusión de recuperar esta tradición tan arraigada en la comarca de la Alpujarra y que llevaba años perdida. Los telares que hay en el taller tienen 200 años de antigüedad y estamos orgullosos de tener esas piezas únicas que presentan la artesanía, la historia de Granada y la importancia de sostenibilidad que tanto nos gusta emplear en Ruta del Azafrán